La Asociación de Correctores de Textos del Perú deplora las declaraciones del escritor Mario Vargas Llosa referidas a sus ideologías en torno a las lenguas originarias y el español, vertidas en el diario «La Tercera» de Chile.
Entre las cosas más graves que dice, en relación con los movimientos indigenistas, se encuentra: «No tiene sentido mirar el pasado. En el pasado había 1.500 lenguajes [sic] en América y como en ese entonces no se entendían, entonces se mataban. El español vino a resolver ese problema».
Desde la perspectiva del escribidor, la lengua tanto de Cervantes como de Pizarro vino a salvarnos de matanzas injustificables por una supuesta imposibilidad de comunicación. Acaso se refiere a la entrevista entre Atahualpa y Valverde, quien justificado diálogo (?) de por medio, autorizó la matanza de las legiones del inca. Hay que señalarle, por si no lo sabe o lo ha olvidado, que las lenguas son expresiones genuinas y legítimas de identidad, y que el multilingüismo no ha sido ni es obstáculo entre los pueblos; antes bien, favorece dinámicas interlingüísticas probablemente censuradas por ciertos discursos ultraconservadores cada vez menos en boga.
Hay que precisar, además, que los contextos multilingües han usado por consenso, por imposición o por necesidad las lenguas francas. Fue el caso del quechua antes de la llegada de los españoles al incanato, lo es el chino mandarín (como refiere en relación con su importancia numérica), lo es el español en la mayor parte de América, lo es el inglés en el mundo, intentó serlo el esperanto (en pos de abandonar los dañinos nacionalismos que el literato critica) y ciertamente lo fueron las múltiples lenguas pidgin y criollas que surgieron en contextos de tráfico humano en los mercados de esclavos.
En otro momento, Vargas Llosa deplora la situación mexicana: «Resulta realmente dramático que el país que es el primero en el mundo en la difusión del español haya retrocedido tanto en cultura democrática». Lo que resulta dramático es que el escritor enarbole sistemáticamente el discurso del español como crisol de valores, de los «verdaderos» valores que debe asumir el mundo civilizado, el culto, el moderno, en desmedro de los «falsos» valores del mundo bárbaro, ignorante, casi prehistórico.
La Ascot Perú difunde el uso del español, pero en un marco de respeto a la diversidad lingüística. No comulga con discursos anacrónicos puristas que ya ni la Real Academia Española esboza, sino con una visión de pluricentrismo lingüístico, únicamente explicable por la contribución y enriquecimiento de las lenguas en contacto.
Por todo lo expuesto, lamentamos y censuramos las expresiones vertidas por nuestro más visible escritor. Animamos a nuestros lectores a mostrar actitudes más críticas y abiertas en torno a la construcción de los fenómenos sociales, como el lingüístico que esta vez nos convoca. Lo que nos mueve es el compromiso con la verdad y con la construcción de una ciudadanía respetuosa.
Asociación de Correctores de Textos del Perú
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