Necesidad | Un cuento de Franco Hugo

 


Del escritor peruano Franco Hugo, el cuento "Necesidad" 

Casi siempre que pruebo algún bocado, siento que es necesario cubrir no solo una necesidad fisiológica sino también una necesidad espiritual, llenar un vacío que va más allá de un simple masticar y digerir. Cuando escucho los ruidos urbanos de los cláxones, las voces ruidosas de vehículos y el andar de los inútiles transeúntes me veo en una suerte de caos acústico, quizás en otra ocasión pueda apreciar los ruidos salvajes que por ahí aparecen.

Otras veces quiero sentir que soy un monje budista en potencia, una especie de anacoreta, o ermitaño existencial, desaprobado en materias tales como la disciplina, el buen comportamiento y la moral. Soy de aquí, soy de allá, nunca el mismo, y en permanente cambio, en absoluta disolución de todas mis barreras mentales.

La acústica en mis laberintos mentales suena a estridencia algunas veces, y otras como hoy es como el lienzo en blanco del cual yo me veo en una suerte de creación bizarra de la realidad. Es grande mi suerte cuando en medio de la calle Tupac Amaru, luego de haberme tomado un café exprés veo el segundo tomo de Crimen y Castigo que estaba en posesión de un amigo borrachoso y que no me había devuelto. Lo veo allí en medio de la vereda con un aspecto descuidado, raído por los bordes. Abro la tapa y en la primera hoja veo año 2051, ¡Qué extraño! Imaginé que seguramente mi amigo estaba en otro mundo, en otra dimensión, en otro tiempo y que seguro habría abierto un portal en el tiempo y me lo había traído al presente. Pero realmente no sé qué me pasa, no puede ser; seguramente será las mezclas que hice antes de salir de casa. Se me hace tarde tengo que ir a fisgonear a una amiga que sé que me está esperando en una reunión de activistas. La convenceré para salirse del grupo y hacer dibujos con crayolas en las calles. Pero no; veo llegar multitud de señoras y curas con sahumerios en una procesión y la verdad no quiero verlos, no quiero verlos a ellos. Aparecen muchas señoras con velos oscuros y siento que debo irme.

Una voz estridente aulló en medio de la calle: “Es todo por hoy chicos, más suerte el día de mañana que los ensayos de la obra obra teatral terminan a fin de mes. Así que estudien muy bien sus guiones y nos vemos mañana”.

Me sacó de contexto el director, realmente me había metido en el papel del personaje, pero parecía que mi actuación no le gustó. Y luego pensé: ¿Sera realmente que es así? que no solo en la vida misma actuamos, que nos ponemos máscaras y trajes para movernos en la sociedad. Si en mi trabajo como actor interpreto a alguien que no soy. Fuera del teatro ¿quién soy en realidad? Y si lo que creo que soy no es más que una ilusión creada por mi mente. ¿Quién soy?¿Y si soy el personaje marioneta de alguien que me escribe. Me reí de mi ocurrencia y seguí mi camino por Avenida Garcilazo.

Necesidad | Un cuento de Franco Hugo 
Share:

Publicar un comentario

Designed by OddThemes | Distributed by Blogger Themes