XV.
He escrito tantas cartas de despedida que ya ni sé cuántas veces he muerto.
Muero cada mañana, y despierto siempre en mitad de la tarde,
cuando los poemas caen sobre el recio blancor de la hoja muerta,
cuando en mi delirio, me entrego a los azares del báratro que me abrasa,
agonizo entre los cristales ferrosos de tu rechazo incandescente,
presto a renacer con los albores de la tibia mañana de febrero.
Esta noche, Belcebú vendrá por mí, y yo lo estaré esperando,
con un pequeño tequila y un poema, un poema de amor.
XV | Un poema de Alejandro Paredes
Paraguayo🇵🇾
Publicar un comentario