El infortunio de Kawallu | Un cuento de Fiorella Vilca

De la escritora peruana Fiorella Vilca, el cuento "El infortunio de Kawallu" 
Jornada 1, laberinto Narrativo 


El infortunio de Kawallu | Un cuento de Fiorella Vilca

Todas las mañanas como de costumbre el niño Kawallu, un niño alegre de ojos grandes, despertaba gracias a los gritos del viejo caradura Don Paluco, su loro. Si, un loro descarado que solo entraba a su cuarto para pedir su mazorca de choclo y se marchaba. El día en la ciudad de Quepe - región del Cuzco empezaba al son de la zampoña y la tinya.

Se pone su atuendo característico. -Listo, a empezar el día que las alpacas no se pastean solas y el trigo no cae del cielo dijo el niño Kawallu ensayando con su onda; baja al establo con tanta prisa para alistar a Cascada, su llama de rizado pelo fino. -a correr Cascada que a la escuela no puedo faltar, el alcalde de Nueva Quepe seré yo, con el pecho inflado decía mientras entra Killa, su abuela, siempre traía una sonrisa que hasta el Inti Raymi la envidiaba. Kawallu le da un beso en la mejilla.    -Ya me voy abuelita, el cielo está fulgurante y mi corazón revoloteando, hoy voy a ir a la escuela.    – Irás con Shaya, ella te cuidará por si te desvías del camino por andar de aventurero. 

- con Shaya? esa niña es como un coyote que te murmura todo de mí. Shaya una niña de mejillas rojas que se enrojecían más cada vez que veía a Kawallu, siempre cuidaba de él. -está bien iré con el «coyote» contestó medio molesto. Se despide de la abuela con un beso en la frente.

Kawallu y Shaya montan la llama como libres jinetes salvajes rumbo a la escuela, cerca de un barranco se distraen al ver en la montaña a Don Paluco ,su loro, ya tenía su propia familia de pericos ,sorprendidos tratan de perseguirlo, Cascada resbala y cae al rio  , ellos sin pensarlo se toman de la mano y saltan a la cuenca, salvan a la llama  , empieza a llover y los niños sonríen felices de salvar a Cascada, pero en el rio ven unos yanquis flotando , luego un hombre flameando en el agua, lo recogen ,  está muerto desgraciadamente .Traía un bolso y una carta, la leen. -Kawallu? Yo soy el único que se llama Kawallu en el pueblo ¿Mi madre está viva?  -dijo el niño desconcertado de pies a cabeza. -Alégrate Kawallu vas a conocerla dijo Shaya, -no quiero, todos estos años ha estado viva y nunca me buscó, no quiero tener una madre. De pronto escuchan disparos al aire y alborotos, Kawallu toma de la mano a «coyote», tiran de la cuerda a Cascada y corren. Llegan y el pueblo está en silencio, él busca a la abuela, sentía el peso de un corazón vacío, su abuela estaba muerta, el alcalde y sus regidores la mataron, se enteraron que la madre de Kawallu escapó y vendría por él, -Mi hija nunca pisará estas tierras de miseros cholitos, mataré a todo aquel que le brinde ayuda para venir aquí, declaró el alcalde.

-Mi madre es su hija? -¡¡Misero el corazón que trae, muerta su alma que la envenena con sus pensamientos racistas, infortunia su vida!! Lleno de coraje- dijo Kawallu al alcalde. Este apunta al niño, suelta el disparo, pero Shaya se entromete, lo quería tanto que fué feliz al morir por él. De rrepente un rayo cae y mata al alcalde, empieza una tormenta, los regidores asustados como avestruces alborotados se marchan, los pobladores auxilian a Shaya pero ya está muerta, Kawallu acaricia las rojas mejillas de Shaya. Su corazón llora, tenía la carta en la mano, la arruga con todo su impulso y grita al cielo: -Te llevas lo que es mío, ¿quién te dio permiso? como viviré sin ellas? Viene Cascada, le da un lenguetaso para consolarlo, Kawallu lo abraza, corre hacia su abuela y se desmaya.

Autora:

Fiorella Vilca Benavides
Ica-Perú 🇵🇪
13/05/2022 ✍️

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