A propósito de Sarah Ellen Q.E.P.D.
Por Ofelia Huamanchumo de la Cuba
Hace casi una década la novela Sarah Ellen Q.E.P.D., de Borka Sattler, que ahora se publica en versión digital, vio la luz en una edición impresa, en un número de páginas tan cabalístico como la historia misma que contaba: 333. Eran tiempos en los que se respiraba en las brisas del puerto de Pisco las expectativas en torno a ciertas profecías atemorizadoras —cuyos cumplimientos se esperaban con fe—, nacidas en una leyenda en torno a la vida de quien fuera a comienzos del siglo XX una vecina peculiar de aquellos lares: Sarah Ellen. Inspirada acaso en esa magia, la autora asumió el desafío que significaba llevar al papel una extensa novela basada en una historia cuya ficción se había desarrollado superando la realidad, alimentada en esencia por la sabiduría popular de la región.
Así, evocando las brumas que suelen cubrir las costas del litoral sureño, Borka Sattler logró que el lector se atreviera a entrar al ruedo mágico de su novela, atravesando la noche nublada, húmeda y fría con que ella inicia su historia. En ese sentido, Sarah Ellen Q.E.P.D. (publicada originalmente en 2013 en Lima por Hipocampo Editores) parece recoger un hilo rojo que se sabe volverá a perderse en esas mismas nebulosas, tal vez reforzado por los mitos que al azar se habrán retroalimentado con su gran aporte literario, cuyas características a continuación se detallan2
Esta novela es la historia fictiva del origen de una leyenda sobre una santa, o hechicera con perfil de vampira, que existió en la vida real —llegó por barco desde tierras lejanas a vivir al departamento de Ica, Perú— hacia comienzos del siglo XX: Sarah Ellen. La historia de su vida, vox populi, ha llamado la atención de no pocos escritores, quienes han aportado su versión, con ribetes de «mito de vampiros», a este personaje femenino, tan fantasioso como verdadero, dentro de las creencias de la sociedad iqueña.
La novela Sarah Ellen Q.E.P.D. de Borka Sattler tiene sesenta capítulos, titulados con el respectivo número en romanos, y un epílogo. Llama la atención el epígrafe que la autora ha escogido para ubicarnos en el tono inaugural de su discurso novelesco. Se trata de una cita de Virgina Woolf: La obra de imaginación es como una tela de araña: está atada a la realidad, leve muy levemente quizá, pero está atada a ella por las cuatro puntas. Y es que precisamente el mérito de esta novela consiste en el excelente manejo de un estilo realista en el que está contada, que la saca del perfil de una novela gótica, fantástica, o mágico-realista; sin dejar por ello de envolverla en un hálito misterioso que transmite al lector, a ratos, curiosidad, suspenso, temor. Ayuda mucho la utilización, según va avanzando la historia, de ciertos adjetivos: misterioso, extraño, diabólico, enigmático; y de algunas técnicas narrativas, como la del dato escondido. La historia es contada en una prosa de un estilo parejo y clásico, a ratos costumbrista, sin las metáforas barrocas propias de las historias de terror, por un narrador omnisciente desde fuera de la diégesis, en un ritmo cronológico lineal, en general.
La historia se inicia literalmente entre un ambiente —importante en el sur peruano por su belleza y relevancia comercial—, cuando arriban en una embarcación extranjera una pareja de esposos ingleses: Mr. Roberts y Sarah Ellen, huéspedes del señor Dale, un extranjero asentado ahí. Luego, poco a poco aparecen los personajes principales, adultos y niños, que jugarán un rol en la historia, a saber, mujeres y varones de diferentes generaciones, profesiones, ocupaciones y estratos: lavandera, cocinera, partera, costurera, verdulera, señorita heredera, sirvienta; pescador, comerciante, trabajador de camal, criador de gallos, farmacéutico, médico, fotógrafo, pintor, etc. Todos ellos conformarán el rico lienzo de la sociedad pisqueña que servirá de contexto a los acontecimientos, en los que serán víctimas o testigos.
No faltarán un cura, su asistente parroquial y un santero. Cabe destacar las señales sutiles que ubican al lector en un ambiente especial —por ciertos datos, a ratos fatalistas y fuera de toda casualidad— y le permiten atar cabos e ir relacionando la llegada de los forasteros con ciertos acontecimientos trágicos y pasionales de la trama: muertes naturales, por asesinatos, ahogos, suicidio, locura, mal parto; o despertando asociaciones entre Sarah Ellen y ciertos rasgos vampirescos (no salir en las fotos, ni en los reflejos de cristales; alimentarse de sangre debido a una supuesta aguda anemia; dormir en un ataúd; despertar pasiones en hombres y mujeres). Completan el toque realista los datos verídicos y veraces que se muestran en el documento final del epílogo, que aparece después de la palabra FIN hacia el final del último capítulo, lo cual desde un punto de vista narratológico intenta separar de manera estratégica el discurso del mundo fictivo que se ha retratado —en el que Sarah Ellen se reencarna en otra niña, alimentando así el mito real—, de la realidad. Borka Sattler ha trabajado con singular talento en su novela Sarah Ellen Q.E.P.D. la leyenda viva de ese popular personaje, por lo que la historia de la literatura hispanoamericana le debe un lugar preferencial como narradora de largo aliento y de una magnífica prosa en la novela peruana contemporánea.
Sobre la escritora Borka Satter
Pintora y escritora peruana. Ha publicado las novelas La galería (1990), Doña Tránsito Abril (1997), Mitococha (2009), Sarah Ellen Q. E. P. D. (2013), El retrato (2014), Palomas, cóndores y gallinazos (2019) y los libros de cuentos El enigma de las plumas (1994), La cama verde: recuerdos, reflexiones y relatos (2003) y Diez relatos de mujeres y una araña (2014).
Ha realizado exposiciones individuales y colectivas de su pintura en el Perú y en la mayoría de los países de Latinoamérica y Europa, así como en Estados Unidos, Canadá y Japón. Artículos y relatos suyos han sido recogidos en la revista cultural Motivos (1990-1998), que dirigió, así como en la sección cultural del diario Exitosa, donde publicó su columna semanal «Viento de palabras» (2017-2020). Fue directora de la galería de arte Borkas y de la Escuela Superior de Bellas Artes Hispano Latinoamericana. Actualmente, reside en el Perú después de desempeñarse entre 1999 y 2009 como agregada cultural en la Embajada del Perú en Canadá.
La Municipalidad de Lima, a través del programa Lima Lee, apunta a generar múltiples puentes para que el ciudadano acceda al libro y establezca, a partir de ello, una fructífera relación con el conocimiento, con la creatividad, con los valores y con el saber en general, que lo haga aún más sensible al rol que tiene con su entorno y con la sociedad.
La democratización del libro y lectura son temas primordiales de esta gestión municipal; con ello buscamos, en principio, confrontar las conocidas brechas que separan al potencial lector de la biblioteca física o virtual. Los tiempos actuales nos plantean nuevos retos, que estamos enfrentando hoy mismo como país, pero también oportunidades para lograr ese acercamiento anhelado con el libro que nos lleve a desterrar los bajísimos niveles de lectura que tiene nuestro país.
La pandemia del denominado COVID-19 nos plantea una reformulación de nuestros hábitos, pero, también, una revaloración de la vida misma como espacio de interacción social y desarrollo personal; y la cultura de la mano con el libro y la lectura deben estar en esa agenda que tenemos todos en el futuro más cercano.
En ese sentido, en la línea editorial del programa, se elaboró la colección Lima Lee, títulos con contenido amigable y cálido que permiten el encuentro con el conocimiento. Estos libros reúnen la literatura de autores peruanos y escritores universales.
El programa Lima Lee de la Municipalidad de Lima tiene el agrado de entregar estas publicaciones a los vecinos de la ciudad con la finalidad de fomentar ese maravilloso y gratificante encuentro con el libro y la buena lectura que nos hemos propuesto impulsar firmemente en el marco del Bicentenario de laIndependencia del Perú.
Link de descarga de libro gratuito: Click
Publicar un comentario