Ausente y solitaria | Un poema de Liz Rodriguez

 De la escritora ecuatoriana Liz Rodriguez, el poema "Ausente y solitaria"

Un suspiro en la mirada evoca recuerdos, una lágrima se vuele  torrencial y cala en lo más hondo del alma, esas pupilas agitadas se desvanecen con el marchitar de las estaciones, entonando un frío acorde que pretende seguir en el valle de su cuerpo, prendado en sus brazos, aroma y un millón besos.

El silencio nocturno quema, pero las palabras matan, me siento atada como los poemas en una libreta empolvada, el ocaso distante murió en las nubes azules y rompió el cielo con un rojo carmesí, que amenazaba con robarse el tiempo dorado del solitario jardín.

Aquella timidez palideció sus pómulos dejándolo sin esperanzas, como amargas partículas de momentos casi extintos, dibujando sonrisas en la aurora de una mirada brillante, ausente y solitaria. Como una blanca caracola perdida en la orilla de un cristalino río.

"Kohinoor"

Guayaquil, Ecuador

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