De la escritora mexicana Cristy Hinojosa, "La enseñanza"
A final de cuentas, aprendimos.
Aprendimos que no bastaban las bonitas sinfonías que salían de nuestros labios para poder pasar esas tardes amargas. Nos dimos cuenta que tal vez la distancia entre nosotros era más que solo números y que las pequeñas voces pesaban más que las buenas acciones.
No quería aferrarme al "juntos por siempre", ni si quiera soñarlo pero, ¡demonios!, eran más de las dos de la madrugada y reía mucho. Me había enamorado ya de esos ojitos cansados de tanta desilusión, de esos pequeños labios que aparecían como sol de mi mañana para alegrar mi día.
Al fin, entendimos. O al menos yo entendí el mensaje que nos estaba dando la vida; si no estás amándote, no puedes amar a alguien más; si no estás seguro de tus planes es mejor tomar un respiro y hablar consigo mismo. Porque ¿para que mentirle a esa persona que te mira con amor?
Pudiste haberme dicho que tus planes habían cambiado y que ya no figuraba en ellos, ¡Diablos! Solo digo que pudiste haber tenido un poco de consideración conmigo y no herirme tanto.
La enseñanza | una reflexión de Cristy Hinojosa
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