Del escritor peruano Franco Alonso, el microcuento "Laconia"
Habría pensado que era el último artilugio que estaba por comprar de esa feria itinerante. El moho pegado a las letárgicas teclas de un órgano en desuso me hicieron recordar el cuarto donde habitaba yo hace algunas semanas. Una serie de revistas y diarios caducos: año 1965, en blanco y negro, en color, a veces sepia, la máquina de escribir que compre aquella semana.
El vendedor también tenía un espejo de bordes plateados como del modelo que usaban en mi casa, lo revise para ver el aliño que llevaba aquella tarde: ¡el espejo no reflejaba mi imagen de ningún ángulo o facción mía!...un frío indescriptible recorrió mi cuerpo esa tarde, pero ya lo sabía, lentamente regrese por el camino donde había llegado. Me preguntaba: ¿a quién realmente no se le ve el reflejo propio en un espejo?, pero luego cogí el espejo, no importándome que rábanos ocurriera y lo estrelle contra el gris asfalto. ¡Total!, el tendero no sabría quién diablos lanzo aquella reliquia, ni tampoco la chica sordomuda ayudante del vendedor que se quedó lela mirando como el espejo de mano flotaba en el aire y luego cayo sorpresivamente al suelo.
Laconia | Un microcuento de Franco Hugo
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